El segundo día tocó ver la parte antigua.. si se puede considerar antigua, teniendo en cuenta que el edificio más antiguo (una muralla) data del 1800. Como nos íbamos esa tarde, tocó salir a turistear por la mañana, y la verdad es que hacía un calor... No mucho más que en Jeddah, pero claro, en Jeddah no suelo callejear a esas horas, sino que estoy en casita al fresco!
En la zona de Deira, vimos los barcos de madera, que antaño los utilizaban para la pesca y recoger perlas. También visitamos el museo de Dubai, interesante ver cómo era su modo de vida, en qué se basaba su economía, y ver cómo la ciudad fue creciendo y tomando forma hasta la actualidad.
Después de comer, le tocó a los zocos, el del oro y el de las especias... A ver... si nunca has visitado un zoco, pues está curioso (el del oro resulta muy llamativo, independientemente de que te guste o no la ostentación!), pero después de haber estado en el de Muscat, y mismo en los de Jeddah, pues a mi me decepcionaron un poco, la verdad, como que le falta un poco de historia,.. Además, en el del oro, es un acoso y derribo constante, ofreciéndote falsificaciones de bolsos y relojes.
Acabamos tan cansados y con semejante sudada.. que no se nos ocurrió mejor plan que ir a pasear al fresquito de un centro comercial!!! Como el Dubai Mall ya lo teníamos muy visto, fuimos hasta el Mall of Emirates, que es el segundo más grande de la ciudad y hasta cuenta con una pista de esquí.
Y esto fue todo lo que dio de sí nuestro fin de semana en Dubai. No hubiese estado mal contar con uno o dos días más, para ir a la playa, hacer alguna excursión por el desierto o incluso ir hasta Abu Dhabi a ver su mezquita..
Pero lo importante es que volvimos con las pilas cargadas para apurar las semanas que nos faltan antes de las vacaciones de verano!!
Pero lo importante es que volvimos con las pilas cargadas para apurar las semanas que nos faltan antes de las vacaciones de verano!!
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