La última parada de esta excursión, fue Thuwal, donde simplemente paramos a comer.
Creo que se trata de un sitio bastante peculiar, y por ello es digno de un post, sólo para él. ¿Qué tiene de particular?
Pues resulta que el restaurante en sí, tiene una especie de lonja, con pescado y algún marisco, y tú eliges las piezas que quieres comer. Les explicas cómo lo quieres (a la plancha, frito, con alguna salsa...) y el acompañamiento. De ahí tu pescado pasa a "la zona de limpieza", y posteriormente, a la cocina.
Los hombres comen en las zonas destinadas para ellos, mientras que para las familias, hay una explanada llena de casitas completamente individuales e independientes. La que nos asignaron a nosotros era muy grande, como una especie de salón, todo rodeado de asientos y cojines, con una mesa central muy bajita, para comer sentado en el suelo. La verdad es que está muy bien, porque tienes tu intimidad, y no te molesta nadie.
Nosotros nos decidimos por dos pescados locales diferentes, y les pedimos que los hicieran a la plancha, abiertos a la mitad. Estaban buenísimos!! A la derecha podéis ver la foto del festín que nos dimos... no está mal para seis adultos y un niño ;)
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