Es algo tan inusual que llueva en Jeddah, que cada vez que lo hace, se suspenden las clases en los colegios. Esto es debido a que hace unos cuantos años, hubo un día que llovió tanto que se formaron unas inundaciones tremendas, parte de la ciudad se quedó incomunicada, e incluso murió gente. Por eso, como se sabe cuando empieza, pero no cuando para, por seguridad suspenden las clases. Si llegan a aplicar esta medida en Galicia, los niños saldrían del cole analfabetos, ya que cada vez que hablo con mi madre me cuenta que les está azotando un nuevo temporal, así que los niños habrían ido al cole en días contados. Ánimo a mis compatriotas, que nunca llovió que no escampara!!

Otro de los "peligros" de la lluvia, es que si ya de por sí la conducción aquí es bastante temeraria, imaginaros con charcos, y con el barrillo en la carretera. Así que la lluvia que en Santiago de Compostela dicen que es arte (no se consuela el que no quiere), aquí es sinónimo del caos absoluto.
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