Una de médicos

Necesitaba hacer una revisión y me recomendaron un hospital, el IMC (International Medical Center), que visto desde fuera tiene más pinta de un hotel de cinco estrellas, que de un hospital propiamente dicho. No sólo su arquitectura exterior, sino también el servicio de botones que te espera en la puerta principal, para recogerte el equipaje, si vas a hacer un ingreso. Esas torretas con sus almenas me hacen pensar en el hospital diseñado para cualquiera de las princesas Disney.

Pero bueno, al fin y al cabo, eso es todo fachada, y lo que de verdad importa en estos casos es que dentro haya buenos profesionales, con los que te sientas segura y te presten una buena atención médica. En mi caso, puedo decir que nos trataron muy bien, y que quedé contenta.

Si es la primera vez que acudes con una cita médica, tienes que registrarte, con tus datos personales y los datos de tu seguro. Te hacen una tarjeta personalizada, con un número, que será el que tengas que facilitar cuando solicites posteriores citas médicas.

Eso sí que es una aventura: resulta que sólo conceden citas médicas para los próximos siete días, ya que su sistema informático no permite dar citas a más largo plazo (tendrían que preguntarles cómo hacen a los de la seguridad social en España, donde son capaces de darte una cita con un año y medio de antelación, para según qué especialistas).
El caso es que tienes que armarte de valor, y concertar la cita por teléfono. Pues me he tirado más de media hora para conseguir que me contestasen, después de numerosos mensajes robotizados del estilo "en este momento todos nuestros operadores están ocupados, por favor, manténgase a la espera". Si para cancelar una cita médica, tardas lo mismo, creo que la gente optará por no ir, y punto.