Este viernes pasado, organizamos una escapada a Taif.. Al final, nos salieron un montón de kilómetros, pero mereció la pena.
Más que Taif en sí, que en realidad no nos dijo mucho, lo más impresionante fue la carretera para llegar hasta allí. Taif se encuentra en el interior, desde Jeddah hay que ir en dirección a La Meca y luego ya está el desvío a Taif. La Meca es una ciudad sagrada, y sólo está permitido el paso a musulmanes (como el cartel de la foto indica), así que hay que dar un pequeño rodeo. Los arcos del fondo es la entrada de la Meca, y lo más cerca que pasamos. Por si no me creéis, aquí está la prueba:
No me preguntéis qué tipo de control les hacen a los musulmanes para comprobar que realmente lo son y pueden entrar a la ciudad... porque no creo que tengan un carnet de musulmán...en fin.
Echaba de menos ver montañas, y sobre todo las temperaturas frescas. Ver cómo el termómetro del coche va bajando, y al llegar a los 22ºC bajar la ventanilla y dejar que entre el aire fresco... no tiene precio! qué sensación!! Aquí seguimos continuamente con el aire acondicionado... Incluso nos llovió un poquito, aunque no fueron más que cuatro gotas... eso sí, suficientes para dejar el coche hecho un asco!
Que me disperso.... La carretera que sube por la montaña, parece un scalextric, y hay mucho tráfico. A la vuelta, desde la parte de abajo de la montaña, cogimos un teleférico (ida y vuelta, algo menos de una hora), desde el que pudimos hacer unas fotos impresionantes, tanto de la carretera como de las vistas.
En Taif, ciudad famosa por su cultivo de rosas para elaborar los perfumes, nos dirigimos al Parque Nacional.... y qué decepción. Como gallega, cada vez que pienso en un Parque Nacional, se me vienen a la cabeza las Islas Cíes... el paraíso!! Y hombre, aunque ya sabía que aquí no iba a encontrar algo así (estábamos en el interior) tampoco esperaba semejante panorama. Me da pena lo sucio que lo tienen todo, a veces te da la sensación de que el país es una escombrera...y podría mejorar bastante a poco que tuviesen cuidado de no tirar toda la basura ahí donde se encuentran.
De hecho, entré en unos baños públicos que había allí, y sólo diré que me estoy mareando sólo con recordarlo....
Lo bueno, que de camino al parque nacional pasamos junto a un beduino que tenía camellos, y vivía en una jaima, así que aprovechamos para sacar unas fotitos. (por cierto, la abaya es mi última adquisición!)
Como vimos que había muchos carteles que indicaban el Zoco de Okaz, hasta allí fuimos (unos 38 km desde Taif), total para nada, ya que el viernes por la mañana estaba cerrado. Eso sí, la explanada es enorme, e imagino que habrá muchos puestos y merecerá la pena verlo entre semana.
Y para que el día fuese completo, de regreso a la altura de la Meca, nos paró la policía. Les adelantamos en una incorporación, y no sé si vieron que éramos extranjeros o qué, pero el caso es que se pusieron con las luces detrás nuestra y nos paramos a la derecha. Se me hicieron eternos los minutos desde que nos paramos hasta que se acercó el policía. Simplemente nos pidieron los pasaportes, y vieron que los visados estaban en regla... pero a mi me temblaba todo!!
Y ya, para rematar (ahora sí que sí), llegamos con una rueda pinchada.
Desde luego, no se le puede pedir más a una excursión!!
Aún tengo un poco de jaleo con asociando nombres y caras, y es que fueron un montón de presentaciones en poco tiempo, y cuesta asentar las cosas. 
