lunes, 19 de mayo de 2014

Pío, pío que yo no he sido

Me ha llamado la atención ver este puesto de "pollitos de colores" en plena calle, ya que creo que en Galicia hace años que ya no se venden. Cuando era niña, recuerdo verlos en alguna feria o mercadillo, y claro, me parecían muy graciosos, tan pequeñitos y con esos colores tan vivos.

 
No sé si hay alguna ley de protección de animales que ha regulado esta actividad, porque ahora entiendes que es una una "salvajada" la forma en al que tiñen a estos animales, que básicamente consiste en meterlos en tinas con los tintes del color que se desee, fijarles el color, y secarlos. Muchos de estos animales mueren en el intento, al ingerir el tinte, o debido al estrés al que son sometidos, o por el contacto con los ojos. Si sobreviven a este proceso y llegan a la tienda, lo habitual es que mueran a los pocos días o semanas.

Hay miles de juguetes para entretener a los niños, no hace falta recurrir al maltrato animal.





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